El pasado martes 8 de abril, un suceso realmente insólito impactó a la comunidad ucabista. La voz se corrió en minutos; no había pasado un cuarto de hora cuando ya muchos estaban enterados del automóvil que había descendido accidentalmente por una de las vertientes verdes que rodean el Edificio Cincuentenario. Todos se preguntaban lo mismo: ¿cómo pasó? ¿quién es el conductor?
Tal fue la angustia que surgieron diferentes versiones de los acontecimientos.
Ese mismo día se creó un grupo en el tan concurrido Facebook, en el que la gente puede opinar, dar su versión, publicar fotos/videos, entre otros. Igualmente, en la fachada de uno de los módulos donde cuelga una cartelera, se adaptó un espacio para que la gente hiciera lo mismo. Resulta curioso cómo un accidente, en el que pudo haber salido herida una persona, llame tanto la atención de las personas, pero no precisamente en el sentido racional sino en un sentido burlesco. Sería prudente reflexionar al respecto y considerar que tal atención podría más bien ser concentrada en asuntos de mayor importancia que afectan de alguna manera a la comunidad, en este caso la de la UCAB.
Aún no se sabe con exactitud qué fue lo que pasó ni a quién le ocurrió. Lo que sí se puede afirmar es que el automóvil descendió de retroceso, fue sacado del lugar con una grúa y que el dueño del mismo es una mujer.
Fotos cortesía de Facebook.
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