Este viernes en la Universidad Simón Bolívar fue el evento "No hay marzo sin rock", una especie de abre bocas o premio de consolación después de que se pospusiera el festival Kikiriwiki. Convocaron la Federación de Centros de Estudiantes de la Simón Bolívar y el Centro de Estudiantes de Ingeniería en Materiales de la misma universidad. Revista OJO, por supuesto, estuvo allí para su respectiva dosis de Rock con sello universitario.
¿Qué mejor forma de darle la bienvenida al fin de semana con música? Charlie Papa y La Vida Bohéme fueron los encargados de hacernos olvidar los calurosos (y "calinosos") días recientes. Acostumbrados a los toques en los reducidos locales caraqueños, esta fue una oportunidad para disfrutar a dos bandas extraordinarias sin el tumulto y los peligros de asfixia que lamentablemente estamos acostumbrados a sufrir.
El toque comenzó puntual a las cinco de la tarde y poco a poco se fue llenando de gente mientras el tráfico dejaba que el público ingresara a la Universidad Simón Bolívar. Los merideños de Charlie Papa fueron los encargados de empezar la tarde con su rock suave, perfecto para una tarde en una universidad que muy bien pudiera quedar en los Andes y no en Caracas. Galileo, el single de la banda que se puede escuchar con frecuencia en las radios del país, fue la canción más coreada de todo el set. Después de que cayera la noche le tocó su turno a La Vida Bohéme, expertos ya en hacer brincar al público sin que importe nada más. Las canciones de Nuestra, su primer disco, sonaron en el campus de Sartenejas y retumbaron en la audiencia, que alcanzó su máximo de euforia. Pero el final llegaría más rápido de lo esperado. Otros compromisos de la banda -y quizás cumpliendo con la premisa del "abre bocas"- impidieron que se extendieran más allá de una media hora. A las 8pm ya todo había terminado.
No importa, como dicen en el Norte "it was short but it was sweet". Esperaremos el Kikiriwiki.
Por: Jesús
Foto: Sara Quiroga
No hay comentarios:
Publicar un comentario